Enero 2018
El viaje empezó en Madrid y nuestro destino sorpresa fue Bolonia (Italia).
La organización del viaje la verdad que fue de 10, cuando llegamos al aeropuerto cogimos un autobús que nos dejó en la estación de tren. En frente estaba nuestro Hotel (Mercure Bologna Centro): cuatro estrellas, una habitación enorme, baño propio con bañera y desayuno con buffet libre incluido.
La compañía te envía por correo una guía con todo lo necesario: la localización del hotel, cómo llegar al centro, los puntos de interés, dónde comer, ... También sugerencias de otras ciudades cercanas que podrías visitar, páginas web donde conseguir los billetes... no le faltaba detalle.
La organización del viaje la verdad que fue de 10, cuando llegamos al aeropuerto cogimos un autobús que nos dejó en la estación de tren. En frente estaba nuestro Hotel (Mercure Bologna Centro): cuatro estrellas, una habitación enorme, baño propio con bañera y desayuno con buffet libre incluido.
La compañía te envía por correo una guía con todo lo necesario: la localización del hotel, cómo llegar al centro, los puntos de interés, dónde comer, ... También sugerencias de otras ciudades cercanas que podrías visitar, páginas web donde conseguir los billetes... no le faltaba detalle.
Nosotras el primer día, visitamos algunos de los sitios de interés que nos sugería la guía y comimos una rica pizza en un restaurante local a muy buen precio, lo caro fue la bebida. Por la noche estuvimos tomando unos vinos y probando tapas típicas de la ciudad.
El segundo día, después de un largo debate sobre que ciudad visitar, decidimos ir a la maravillosa Venecia.
¿Qué decir de esta ciudad? A mí me quedó sin palabras. Cogimos un tren sobre las nueve de la mañana y llegamos allí sobre las once; pasamos todo el día paseando por sus preciosas calles y canales y nos volvimos a Bolonia sobre las siete de la tarde, para que nos diera tiempo a descansar un rato y poder salir a cenar.
Aunque la pasta a la Boloñesa que comimos en el restaurante estaba muy buena, no me gustó nada cuando trajeron la cuenta y vimos que nos habían cobrado un suplemento de 7 euros por el "cubierto".
El último día, después de desayunar, fuimos a darnos un último paseo por Bolonia y pusimos rumbo al aeropuerto.
En general, la ciudad de Bolonia nos gustó bastante, a mi, sobretodo por la noche, pero se queda pequeña al lado de la preciosa Venecia...

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